lunes, 17 de julio de 2017

¿Quién votó por Ollanta Humala?

¿Quién votó por Ollanta Humala?

Debo reconocer que fui uno de los que creyeron en él. La diferencia con el articulista peruano Augusto Álvarez Rodrich ("El ritual de pedir perdón")es que a mí me desilusionó más rápido, casi  de inmediato, tras ser elegido presidente.

No soy peruano y no voté por él, pero me encontraba en Perú en aquel entonces y no oculté mis simpatías por Humala en ningún momento.
Creí que era una esperanza de justicia y reconciliación para su país. Era una alternativa válida frente a los extremismos del clan Fujimori y Sendero Luminoso, cuyos líderes se encontraban encerrados en la cárcel y amenazaban como fantasmas con regresar a la vida política sin haber pedido perdón por los muertos ni dar explicaciones por los 6 o 10 mil millones de dólares desaparecidos de las arcas públicas.

Humala era una alternativa a la impostura y la demagogia de Alan García y la cleptocracia de la clase política y el Apra en general. Lo parecía.

Me decepcionó de inmediato su maridaje con Evo Morales, a quien yo señalaba como peligroso y fraudulento. En Perú la izquierda no se tragaba el cuento de Hugo Chávez y su bolivarianismo fanfarrón comprado a fuerza de petro dólares y forjado a golpes de complicidad con grandes mafias del narcotráfico. Para ser elegido presidente Ollanta tuvo que bajar los decibeles de la retórica que estilaba Hugo Chávez. Percibió correctamente que Perú no debía ser vagón de cola de un modelo que ya se sabía corrupto y económicamente inviable por su caciquismo irracional y despilfarrador del capital político brindado por los pobres del continente.

Es cierto, tenía una simpatía especial por Bolivia. Fuimos el Alto Perú y el Bajo Perú en algún momento de la historia; antes habíamos sido parte del Tahuantinsuyo. Nos unía mucha historia y mucha sangre derramada en común durante la era republicana. Nos parecemos tanto, que incluso nuestras élites privilegiadas admiran por igual a Augusto Pinochet y hasta hoy creen que el gran error histórico de nuestros países ha sido no haber tenido un místico moralizador del Estado como Diego Portales.

Era un nacionalista de izquierda, un patriota que creía en la gente y en la historia del Perú, pero también era militar y jamás se atrevió a hacer reformas dentro de las Fuerzas Armadas de su país para reconciliarlas con su pueblo. Algunos de sus militares todavía razonan como si comandaran una tropa de ocupación del país. Lo más retrógrado del Fujimorismo permaneció intacto e incrustado entre los uniformados (el montecinismo).

Le agradezco el haber hecho que me sintiera como un hermano más entre peruanos, pero yo necesitaba más: necesitaba mi libertad, necesitaba recuperar mi vida.

A fin de cuentas él hoy está en la cárcel y yo perdí años claves para construir una vida. Él hoy está entre rejas y yo no tengo salud ni soy libre. ¿Qué obtuvo él? ¿Qué ganó el Perú desde entonces? ¿Valió la pena? ¿Quién además de la embajada Suiza o el Opus Dei o El Vaticano se beneficiaron de todo ello?
Me da tristeza que un buen hombre haya perdido las ilusiones en su país de esta manera. No sé si sea culpable de lo que le acusan. En Perú nadie que se meta en política es inocente. Pero Ollanta pudo haberle devuelto a los peruanos  la confianza en sí mismos. Ahora todo parece preparado para el cinismo y la demagogia de Alan García, un político que representa todo lo caricaturesco del político peruano tradicional: el doctorcito grandilocuente, el católico devoto del Señor de los Milagros, el vivillo y burlador que sale librado de todas las transas.

En lo futuro probablemente la política peruana volverá a ser el déjà vu que siempre fue, girará en torno a los lugares comunes de las repúblicas bananeras: la delincuencia campeará y la gente morirá de hambre como siempre; las vacaciones parisinas de su aristocracia de pacotilla y las cuentas en Suiza serán subvencionadas por el circo chauvinista de miserables cada elección presidencial.

Perú es un gran país  que no encuentra líderes de su talla.

Franklin Farell Ortiz
Magister en artes por Saint Louis University


Santa Cruz de la Sierra, 16 de julio de 2017

P.S. (17/07/2017)- Hoy leí otro artículo de prensa que calcula la posibilidad de un Ollanta Humala libre en poco tiempo. Eso no altera mi opinión(Rosa María Palacios: "Es posible que Ollanta salga de prisión pronto")

No hay comentarios:

Publicar un comentario