Evo da lástima y vergüenza ajena en su papel
hipócrita de ayayero internacional. Cadas vez más pierde el respeto de la gente cuando ofende nuestra inteligencia.
Mientras sus muchachos proceden a la
arbitrariedad y el atropello para corregir el curso con rumbo a su versión más
que personal de la Dictadura del Proletariado, en Cuba Evo vende el cuento de su
apego a la voluntad del pueblo. Algo que -lo saben bien- nadie aceptará en la
región. Tampoco ha faltado el demagogo de siempre que levanta el nombre de
Vietnam en llamados a la resistencia de un régimen que se ha mostrado tan
corrupto como cualquiera. Nuestra izquierda neo populista debe aprender a razonar de manera no prepotente, a no confundir la realidad con los deseos y que habita en el mismo
Universo que los demás: nada la exime de rendir cuentas ante el pueblo. Estos
vietnamitógoso de panfleto y toda ocasión olvidan siempre recordar que después
de aquella guerra de independencia nacional (que no fue otra cosa el origen del
heroísmo de aquel respetable pueblo), Vietnam acabó pidiendo el regreso de lainversión extranjera y las trasnacionales que había expulsado. ¿Vale la pena?
Por si acaso, desde ahora digo que yo no pienso levantar una piedra para
defender a Evo y su muchachada. Aunque manden detrás mío al mismísimo Diablo en
envase diminuto.
Las últimas noticias que nos llegan a Bolivia de su
gira por Cuba provocan lástima y una forma de indignación desagradable. En su
papel sobre actuado de víctima, el presidente de los bolivianos ha viajado para
tomarse la que tal vez sea una última fotografía con Fidel Castro. No ha tenido
éxito. Los cubanos, aliados fieles, lo han recibido y le han permitido llegar
hasta Fidel, un privilegio que tal vez no se le da a cualquier hijo de vecino.
Pero Fidel está realmente anciano, sólo alcanza a sentarse en el sofá para que
tomen la fotografía y lo más combativo que ha obtenido Evo ha sido una imagen
de Fidel en 1959, tal vez durante la invasión de Bahía de Cochinos. La
estrategia de congelar el paso del tiempo no le funcionará a Evo; no son
blancas palomitas ni él ni García Linera ni Quintana. No permanecemos en
octubre de 2003; lo hecho, hecho está y hay que empezar de nuevo (Boaventura de Souza). Los platos rotos son la consecuencia de
la hebriedad de poder y el costo que todo buen político sabe que debe
pagar, o al menos va siendo hora que se enteren que es así como funciona la
democracia.
Evo está asustado con lo que sucede en la región y ve
enemigos por todas partes, se dice víctima de un golpe blando, como del que ha
sido víctima Dilma Rousseff en Brasil. Mientras tanto, García Linera y Juan Ramón
Quintana improvisan, hacen lo que quieren y dicen lo que les viene en gana en
busca de crear el efecto de shock dentro del estilo de W.
Bush. Controlan absolutamente todo: el aparato Judicial, la inteligencia, el
aparato de seguridad y de represión, la Policía y el 80% de los medios de
información. Sin embargo, se quejan, se dicen víctimas. Sus opositores están
lejos de conformar un frente opositor serio capaz de quitarlo de la
presidencia. No hay cabezas visibles, si meten preso a uno otros aparecen porque
sencillamente no es nada orquestado, ni fría ni calculadoramente, como sugiere
la paranoia de Estado. La oposición como nunca está dispuesta a respetar las
reglas del juego, que es el fondo de todo; algo que Evo pretende violentar. Por
el contrario, los opositores le repiten una y otra vez que deje la campaña
electoral, que gobierne porque no quieren a personajes como Goni Sánchez
ni Sánchez Berzaín ni Reyes Villa de vuelta en la política. Aunque Evo y los
suyos no lo crean, todos queremos empujar hacia adelante; todavía quedan cuatro
años para la votación, pero la estrategia de Evo parece haber sido el auto golpe a lo Alberto Fujimori en
Perú.
Evo es pescador de ríos revueltos. Así fue como llegó
a la presidencia, así es como pretende quedarse. No sabe gobernar, son sus
hombres de confianza quienes construyen y reconstruyen escenarios para que él
siga desempeñando el papel de pobre indiecito aymara defensor de la Madre Tierra. Intuye que no es lo
mismo prebendalizar al pueblo que gobernar sobria y respetuosamente, sin
faltarle al pueblo ni tomarle el pelo. No todo su auditorio es aquel público
cautivo de sus medios cocaleros y su propaganda de baja calidad, no todo el
pueblo boliviano vive aislado entre montañas en comunidades.
Evo sabe que en el pasado referendo del 21 de febrero
ha perdido en 9 de 10 ciudades y que lo ha salvado de un desastre mayor un
sistema electoral dudoso y el control absoluto que el MAS tiene de los medios
entre el campesinado. Sabe que Potosí ha castigado su demagogia y sus mentiras
con el 80% de voto en su contra. No les queda más que alterar la justicia,
cometer atropellos que no habían sido vistos ni durante las más despreciables
de las dictaduras: el derecho a la defensa de un detenido o el encarcelamiento
y persecución de sus abogados. Gobernar como verdadero estadista, sin psico sociales ni campañas de desinformación
u hostigamiento a la prensa y opinadores empleando a
familiares; si tan solo mostraran algo de respeto. A través
de su Ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, el gobierno de Evo juega
el papel del inocente peregrino mientras sus funcionarios públicos apelan al insulto, amenazan y acusan de
manera burda al 20% de la prensa que no controla ni semuestra servil a ellos. Alguien
tiene que orientarlo. ¿Dónde está su ex Ministro de Información Canelas? Algún
comunicador serio que no sea otro de sus llunkus le debe decir que la imagen
internacional de Bolivia está hecha añicos por sus ambiciones personales puestas
al descubierto.
Miro hacia atrás y veo que era pedirles demasiado que
se aguantaran y cedieran a la tentación autoritaria. No lo pueden, sugiere
Amalia Pando, necesitan quedarse para tapar toda la corrupción de estos años.
La farra de poder no puede continuar, sin embargo. ¿Espera llegar al extremo de
Maduro en Venezuela y destruir lo conseguido en el campo económico? ¿Está
dispuesto a destruir lo avanzado por aferrarse al poder?
Con la coartada de que esto es un golpe blando
orquestado desde Estados Unidos pretenden ignorar la realidad política de
Sudamérica. La política en nuestra región funciona por contagio, en oleadas,
por efecto dominó. Por eso se les advirtió con años de anticipación acerca de la
necesidad de crear nuevos cuadros, promocionar nuevos liderazgos aquí en Bolivia, en
Argentina o Brasil. La lección no aprendida: es más que obvio que la lógica de la corrupción no se preocupa por un programa o por un proyecto social serio. Durante el gobierno de Evo ha prevalecido la
complicidad de todos los gobiernos habidos en la era Republicana, desde
Melgarejo hasta acá. En su momento, el MNR tuvo la decencia de respetar el principio de la
alternabilidad y disimular su corrupción tras la teoría de crear una burguesía
nacional en los años '50. Pero el MAS no disimula su inspiración totalitaria ypervertidora de la voluntad popular: en lugar de resolver la demanda de los
discapacitados, procede de manera ruin, dividiendo y
acordando arreglos económicos con aquellos inválidos suyos -por ejemplo- que no
habían marchado siquiera, como sí lo han hecho de manera heroica
aquellos que atravesaron el país hasta llegar a La Paz. Tal vez les ofenda, los
deja sin argumentos o hace mayor su vergüenza como MAS el hecho que ninguno
de sus revolucionarios de noticieros televisivos ha
mostrado tal determinación para hacer algo por los demás, nunca. Aquellos
minusválidos han tocado el ego de los impostores y pretenden desconocerlos de
un plumazo, como acostumbran. Se han sentido aludidos al ver gente capaz de
proceder de otra manera, sin otra causa que el beneficio común. Es un mal
ejemplo, una muestra de insubordinación que no pueden permitir. La honestidad y
las causas justas les inspira desconfianza.
Los cálculos políticos de Evo y los suyos atraviesa el
maniobrerismo y la mentira: atribuir la marcha atrás del
fúrico periodista Carlos Valverde en el tema del hijo con Gabriela Zapata (algo
que unos y otros han reconocido) para clamar la invalidez del 21 de febrero. Si
fuese así, cuántas elecciones tendrían que anularse en 35 años de democracia en
Bolivia. Es bien sabido que el ritual político funciona de esta manera: tiros y
troyanos se arman de piedras, palos y tomates podridos para lanzar al contrario
en época de votación. Pero en más de 10 años de gobierno el MAS no ha hecho
mucho por mejorar ese sistema, al contrario, se siente muy cómodo en él, parece
estar en su hábitat natural.
Tarija, Potosí, La Paz, Beni y Santa Cruz son algunos
de los lugares en que Evo perdió la propuesta de modificar una Constitución que
juró respetar y defender como presidente. Y no estamos abundando en el manido caso
de CAMC, las barcazas chinas ni del Fondo Indígena. Ahora parece haber encontrado un agujero en
el posición de sus adversarios: la Ley de igualdad de géneros promulgada de
manera oportunista por García Linera en busca de otro referendo, en el cual es
previsible que buscarán desconocer el voto ciudadano del 21 de febrero e introducir el tema de la
re elección a última hora, entre gallos y media noche, que es la manera en que acostumbra burlar la voluntad ciudadana. ¿Estarán observando todo esto los organismos internacionales? Lindamos
peligrosamente el totalitarismo tramposo y corrupto, un maoísmo tartufiano, incapaz de elaborar una ley que penalice
con el mismo rigor la corrupción -como en China-. Después
de todo dicen tenerla por modelo de
sociedad.
"Estamos frente a gente violenta, intolerante y
ante gente ignorante. Cuidado, esa combinación es altamente peligrosa" Juan del Granado.
Por último, nuestra solidadridad con los trabajadores
de la empresa textil Enatex. Merecen algo más que el despido en masa de parte del gobierno.
Franklin Farell Ortiz
Magister en artes por Saint Louis University
Santa Cruz de la Sierra, 23 de amyo de 2016
Franklin Farell Ortiz
Magister en artes por Saint Louis University
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